El Tesoro español encaraba hoy una de sus últimas subastas del año con la tranquilidad que da el haber cubierto casi totalmente las necesidades de financiación del ejercicio y, sobre todo, de haberlo hecho en un escenario de tipos extremadamente positivo para las arcas del Estado.
Lejos quedan los tiempos en que cada subasta constituía un examen a vida o muerte, con la prima de riesgo marcando máximo tras máximo.Afortunadamente eso quedó atrás, y la subasta de hoy es histórica pero por motivos bien distintos.
Por primera vez, el Tesoro ha colocado Letras a doce meses a un precio superior a su valor nominal, lo que significa que emite con rentabilidades negativas.
Los compradores pagan más ahora de lo que van a recibir dentro de doce meses, pagan por comprar las Letras, en vez de exigir un interés por prestar dinero al Estado. Ver para creer.
Y no han sido importes simbólicos, unos 4.700 millones entre letras a seis y a doce meses. Exactamente ha colocado 950 millones a seis meses, con un bid to cover de 3,8 veces, lo que significa que la demanda supera a la oferta en 3,8 veces, frente a las 2,4 veces de la anterior subasta.. La rentabilidad media se ha situado en -0.098 %.
En cuanto al plazo a 12 meses ha emitido 3.520 millones. La demanda total es de 2,1 veces superior al importe adjudicado. La rentabilidad media ha quedado fijada en el -0.049 %.
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