En la parte positiva, el hecho de haber aumentado las reservas de petróleo un 54%, la producción diaria un 88%, y que el margen de refino haya alcanzado los 8.5 dólares por barril, el doble que el año anterior.
También es una buena noticia el aumento de las sinergias derivadas de la compra de Talismán, y el plan de desinversiones en activos no estratégicos, que hoy mismo ha sumado otros 238 millones procedentes de la venta de los activos eólicos en Reino Unido.
Recorte del dividendo en 2015
Pero lo realmente importante para el inversor han sido las medidas tomadas para mantener el estatus de sus bonos por encima del grado inversión, y que ha incluido un recorte del dividendo con cargo a 2015.Vaya por delante que es una medida lógica y positiva. No se puede mantener un dividendo fijo sin atender al los beneficios del año y al entorno de mercado. Ya vimos lo que le sucedió al Santander con sus famosos 60 céntimos, y existía la posibilidad de que Repsol siguiera ese peligroso camino. Afortunadamente, no ha sido así, y con ello da imagen de responsabilidad financiera y de paso evita diluir aún más al accionista, toda vez que la amortización de acciones para neutralizar el scrip había pasado a mejor vida.
Y eso que a efectos de salida de caja el pasar de 0,96 euros a 0,77 euros tampoco es que sea un alivio enorme, ya que supone un ahorro de unos 145 millones, porque muchos accionistas (salvo Caixabank y Sacyr) optaban por acciones gratis, pero es un gesto valiente. Más aún, en la rueda de prensa posterior Josu Jon Imaz ha comentado que esto vale para 2016, y que a futuro se verá caso por caso. Como debe ser, uno paga de dividendo un porcentaje de lo que gana, y si se gana poco se paga poco, y viceversa.
Por último, comentar que ha bajado de 60 a 40 dólares por barril el precio al que la compañía será capaz de generar flujos de caja libre.
La bolsa recoge muy positivamente todos estos datos, subiendo el valor un 7% hasta 9,22 euros.
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