Las bolsas están sufriendo la incertidumbre generada por la situación en Grecia, pero es en los mercados de renta fija donde realmente se han visto los movimientos más importantes.
Por situarnos, el bono alemán alcanzó mínimos históricos de rentabilidad a mediados abril. En ese momento tocó el 0,07% de rentabilidad, cuando a principios de 2014 rondaba el 1,8%.
La caída de las rentabilidades parecía no tener fin, sobre todo, cuando el BCE acababa de poner en marcha el QE. Y de repente, cuando ya se hablaba de tipos negativos, sin saber muy bien por qué, a los tenedores de bonos les entró miedo y empezaron a vender, provocando una auténtica estampida que incluso derivó en ciertos problemas de liquidez.
Quizá una subasta de bonos alemanes no cubierta fuera el detonante, no lo sé, pero lo cierto es que en semanas los tipos escalaron al 1%, lo que en un bono a 10 años supone una caída de más de 7 puntos en su precio. A mayor duración mayor caída, y claro, tras trimestres de ganancias, los números rojos comenzaron a aparecer, incluso teniendo en cuenta no sólo estas semanas, sino el acumulado anual.
De igual manera, el bono español a 10 años pasó del 1,2% al 2,50%, con un efecto más negativo aún, ya que el último tramos de subida no ha sido un desplazamiento en paralelo al alemán, sino que se ha movido por el miedo a la crisis de Grecia, aumentando la prima de riesgo hasta los 170 puntos básicos.En los últimos días el bund está volviendo a actuar como refugio en detrimento de la periferia.
Pocas veces se ha visto un movimiento de tal magnitud en tan corto espacio de tiempo, pero demuestra bien a las claras el riesgo inherente al mercado de renta fija.
Paradójicamente, los más afectados han sido los bonos soberanos, quedando en high yield algo al margen de los retrocesos. Esto no significa que esté libre de riesgo, todo lo contrario, si el miedo se desplaza a este segmento, las consecuencias serían mucho peores, ya que ahí sí que la liquidez es mucho menor, y los cuellos de botella en las ventas serían inevitables. Adicionalmente, el spread entre grado inversión y high yield se ha reducido por las recientes caídas, con lo que el riesgo aumenta.
Mientras tanto, en EEUU la FED, ha vuelto a posponer la subida de tipos a después del verano debido a la ralentización de la economía. No obstante, mantiene una previsión de subir medio punto este año, a razón de dos alzas de un cuarto en septiembre y diciembre.
Como veis el panorama en la renta fija está bastante complicado, y por experiencia, en tiempos de subidas de tipos apostar fuerte por duraciones negativas no es tan fácil ni tan rentable. Así que, prudencia, buena asignación de riesgos, y confianza en los gestores que lo han hecho bien en situaciones similares.
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