lunes, 7 de diciembre de 2015
Los mercados por el retrovisor: noviembre 2015
Cuando me preguntan cuál es la principal diferencia en el funcionamiento de los mercados financieros con respecto a años atrás, mi respuesta siempre es la misma: la velocidad.
Actualmente los acontecimientos se suceden a una velocidad de vértigo, como si los participantes en los mercados hayan hecho suyo el lema “Vive a toda velocidad”, estribillo de aquella canción que tanto sonaba por estos lares a finales de los 80.
No solo el corto plazo es casi el único factor a la hora de tomar una posición, o medir la bondad de una decisión, sino que acontecimientos que en un momento dado parecen cruciales para el devenir de los mercados son olvidados apenas unas semanas más tarde, arrinconados por nuevos factores que acaparan todo el protagonismo.
¿Quién se acuerda ya de Grecia, de su ex ministro de finanzas Varoufakis, o de los temores de ruptura de la zona euro que provocó el referéndum de Tsipras?. Porque sí, aunque no lo creáis, hubo un referendum sobre el tercer rescate que nos puso contra las cuerdas durante semanas. Y Ucrania, y la prima de riesgo, y el apocalipsis de Niño Becerra…Ahora son otros los protagonistas: China, el petróleo, los Bancos Centrales…, y los serán al menos hasta que acabe el presente año.
Seguimos a la espera de si por fin la FED sube tipos en diciembre o si el BCE expande el QE en Europa, así que mientras tanto los datos macroeconómicos y la evolución de las materias primas van a marcar la pauta en los mercados financieros.
En noviembre ha continuado el desplome del petróleo, a pesar de la escalada bélica en Oriente Medio, minerales como el hierro han marcado mínimos, y los tipos de interés de los bonos gubernamentales se han adentrado en terreno negativo incluso en países como España, o Italia. El dólar se ha apreciado contra el euro hasta rozar el 1,05, un nivel a partir del cual el gobierno norteamericano vería con preocupación una mayor apreciación de su divisa. Los mercados de renta variable se han movido moderadamente al alza, si bien en el caso español el lastre que supone el peso del sector bancario en el índice y la cercanía de las elecciones generales, han actuado de freno.
Viene diciembre repleto de citas clave, así que no creo que los inversores opten por pisar el pedal de freno. Mientras Janet Yellen se debate en su drama shakesperiano de subir o no subir tipos, Draghi canturrea ya eso de “acelera un poco más, que me quedo tonto y vamos muy lentos”. Y como bien sabemos, Mario nunca defrauda.
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