A medida que se recrudece la tensión en Siria, y aumenta la posibilidad de una intervención internacional, los mercados comienzan a ponerse nerviosos, y las caídas se agudizan en las plazas europeas.
Los retrocesos han llevado al Ibex 35 a perder los 8.500 puntos, con lo que el importante soporte de los 8.400 queda ya cerca. Esta referencia es vital en el corto plazo, ya que su perforación activaría numerosas ventas ante el posible hombro-cabeza-hombro que podría haber dibujado el Ibex en las últimas semanas.
Se trata de una figura del análisis técnico, con implicaciones bajistas, y que de cumplirse proyectaría al selectivo español a niveles cercanos a los 8.100 puntos, otra zona realmente significativa de cara al medio plazo.
Todos sabemos que estas figuras fallan a menudo, y más cuando son tan evidentes, pero por si acaso sería conveniente andar con pies de plomo. Algo similar sucede en índices como el CAC 40 francés, donde los 4.000 puntos son las línea clavicular de la figura, y estamos en 4.010, muy cerca.
Sin embargo, para contrarrestar esta sensación de miedo, los datos del IFO alemán, sentimiento empresarial en Alemania, ha salido mejor de lo esperado, anticipando una rápida recuperación económica.
Buenos datos también de la subasta de Letras del Tesoro en España, con reantabilidades del 0.155% a tres meses, y del 1.089% a 9 meses, en ambos casos abjando con respecto a la subasta anterior.
Habrá que ver cómo evoluciona el tema sirio, ya que a corto plazo ha eclipsado cualquier otro condicionante de los mercados.
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