La verdad es que me costado decidirme si poner el signo "+" delante de la cifra del IPC anual o dejarlo simplemente en el número. Normalmente el signo habría sobrado, pero viendo cómo andan las cosas últimamente me da que ya nos podemos ir acostumbrando a él.
Con la subida en Diciembre de 0,1%, la menor subida en diciembre desde 1961 (y eso porque no hay datos anteriores...), la inflación anual queda en un exiguo 0,3%.
Como todo tienes sus cosas buenas y malas. Empezando por las malas, la deflación o caída de precios, está al acecho, y ya os he contado en alguna ocasión que esto es aparentemente bueno, todo nos cuesta más barato, pero en el fondo es tremendamente negativo para la economía. Si la tendencia de precios es a la baja, no tiene sentido comprar algo hoy sabiendo que mañana estará más barato, por lo que el consumo se hunde, y con él, la producción y la actividad económica.
Otro punto negativo es que la inflación personal, es decir, la de cada uno en función de su lugar de residencia, hábitos de consumo...sea mucho mayor que ese 0,3%.
En el lado positivo está la ganancia de competitividad vía costes, con respecto al resto de Europa, ya que allí la inflación es mayor. También es positivo, o mejor, un consuelo el hecho de que aunque no se revaloricen los sueldos ni las pensiones, con este IPC casi nos habríamos quedado igual. Sé que puede sonar a cachondeo, pero es lo que hay, la revalorización sería testimonial, así que, en teoría, apenas se pierde poder adquisitivo. Pero he dicho en teoría, que cada cual piense en su caso particular.
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