Por fin la CNMV ha puesto remedio a uno de los grandes males que la crisis ha puesto al descubierto, las remuneraciones variables en la banca por la colocación de determinados productos a los clientes, en mi opinión, una de las prácticas más perjudiciales que ha habido.
Ligar un jugoso ingreso a corto plazo en forma de bonus o retribución variable, aún a costa de cargarse el interés del cliente o la adecuación del producto al perfil de riesgo, ha sido un auténtico suicidio. Cuando el bolsillo suena, la moral y los códigos éticos se relajan, cuando no se arrinconan descaradamente.
Agresivas campañas publicitarias, escasa formación, e incentivos monetarios, han empujado a más de uno a colocar indiscriminadamente determinados productos, y ahora vemos las consecuencias. No me cabe la duda de que la CNMV, aunque tarde, ha obrado con sentido común en este asunto.
Más información:
0 comentarios:
Publicar un comentario