Había cierta expectación por la decisión que pudiera tomar hoy el BCE en relación a los tipos de interés de la Eurozona. Algunas casas de análisis habían pronosticado una bajada en un cuarto de punto del tipo de referencia, hasta colocarlos en el 0%, por lo que había dudas sobre la respuesta de Draghi.
Personalmente pensaba, y así lo dije ayer en una entrevista radiofónica, que el BCE no iba a tomar ninguna medida especial, únicamente incidir en su discurso anterior y poner el acento en la vigilancia de los datos económicos.
Por una vez he acertado, y el BCE no ha movido ficha. Ha comentado que los tipos permanecerán así de bajos o más durante mucho tiempo, que la inflación está totalmente bajo control, y que el panorama europeo no es como Japón hace 20 años.
A este respecto comenta que la espiral deflacionista del país asiático no es comparable a la situación europea, donde son los alimento y la energía, y no la caída de la demanda la que fuerza los precios a la baja.
Por todo ello el tipo de referencia se mantiene en el 0.25% y el de depósito en el 0%.
La reacción inicial de los mercados ha sido de indiferencia, para después caer con fuerza, o subir menos, a medida que avanzaba la rueda de prensa de Mario Draghi. Al no haber novedades son más bien reacciones momentáneas que otra cosa.
El que sí ha reaccionado es el euro, que ha pasado de 1.35 a 1.3615 contra el dólar en apenas minutos.
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