El Consejo de Administración dio ayer el visto bueno al principio de acuerdo al que se había llegado en Argentina, a tres bandas, y con las presiones de los gobiernos de España y México, comunicando asimismo el comienzo de conversaciones para establecer el detalle de los puntos del acuerdo.
De momento sigue si hacerse público ni el importe de la compensación, ni el tipo de activo "líquido" a entregar, ni su tipo de interés, ni nada. Solo sabemos que el gobierno Argentino ha dicho que no va a dar mas garantías que las propias del país, lógico si no te aprietan mas.
En cualquier caso parece un ejemplo de libro de como no llevar a cabo una negociación. En estos momentos, Repsol aparece de cara al público casi como el malo de la película. Le han ofrecido una cantidad que parece suficiente, digo parce porque habrá que ver en que se materializa, y con la suficiente garantía, según ellos.
El problema es que ahora hay que negociar los flecos, los importantes, y todo a punta a que Argentina se ha marcado ya un tanto, ha establecido los máximos de la negociación. Va a ser difícil para el Sr. Brufau conseguir algo más con las presiones que ya tiene encima de la mesa, la directa de México/Pemex y la indirecta de España/La Caixa (ayer el Sr. Fainé ni fue al Consejo, se fue a China).
Desde luego, si lo que queríamos como marca de país era quedar una vez mas en ridículo, lo hemos conseguido. Por no se que intereses políticos Repsol va a ser el pagano de la fiesta. Si lo que se quería era una solución pactada y rápida, había otros medios para conseguirlo, y no el de ponerle una pistola en el pecho a la compañía española, y lo malo es que se la hemos puesto nosotros.
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