No obstante, voy a dar mi opinión personal sobre algunos de los hechos que han sucedido estos días y sobre mi visión acerca de la renta fija y la renta variable.
No hay activo seguro
Durante esta larga y penosa crisis varias veces he comentado que uno de los principales cambios que ha provocado es que la percepción de activo seguro ha cambiado, incluso hasta ser eliminado por completo. Habrá activos con mayor o menor riesgo, pero no libres del mismo. Y me refiero tanto a riesgo de caídas en su valor, como de emisor, de liquidez...Primero fue la deuda pública quien perdió su estatus de intocable, luego los depósitos bancarios. Hay que asumir que riesgo hay, tenemos que conocerlo, ponderarlo, y obrar en consecuencia.
La renta fija ha sufrido un duro golpe
Precisamente estos días, los fondos de renta fija han sufrido castigos muy acusados. Incluso me atrevería a decir que difícilmente soportables para muchos que han entrado en ellos en los últimos meses, sobre todo, provenientes de depósitos bancarios.Quien no haya sido convenientemente informado de los posibles vaivenes en la renta fija volverá a quejarse de nuevo, y clamará contra quien le ha colocado el producto. De nuevo la profesionalidad del asesor financiero es fundamental. Eso sí, las caídas han sido de las que pocas veces se ven en estos activos, con todos los bonos del mundo subiendo de rentabilidades al unísono y por consiguiente bajando sus precios.
El panorama para la renta fija más "segura", o sea USA, Alemania y similares, debería seguir siendo complicado, subiendo sus rentabiliades, aunque con menor intensidad, por lo que éste no parece buen lugar para estar invertido.
Sin embargo, la situación cambia si estamos en renta fija a través de fondos que combinan diferentes estrategias, tanto largas como cortas, en divisas o en diferentes tipos de bonos. Si el producto es bueno, con una historia contratada, la subida de tipos en los bonos core ( los más seguros), no tiene por qué suponer un mal comportamiento de estos fondos, incluso las recientes caídas pueden suponer una oportunidad de entrada.
La renta variable sigue despertando recelos entre los inversores
Y las recientes sacudidas en los principales índices no ayudan precisamente a disipar los temores de los inversores. El tan manido asunto del trasvase de dinero desde la renta fija a la variable, yo no lo he visto por ningún lado. Puede que con estos últimos sustos se empiece a producir, pero mucho me temo que el flujo vendedor de renta fija pase a liquidez directamente.Hay quien dice que las Bolsas también se desplomarán porque la subida, en el caso que la haya habido, desde 2009 es artificial, sólo provocada por el dinero de la FED y sus QE. Hombre, yo esto lo veo un poco simplista, la valoración de las Bolsas no es precisamente alta, y dudo mucho que los beneficios empresariales dependan 100% de la FED.
Si los Bancos Centrales retiran sus estímulos porque la economía inicia ciclo de recuperación por sí misma, los beneficios subirán, los ratios bajarán y la renta variable ganará atractivo. Hay quien dirá que no puedo evitarlo, que la cabra al monte tira, pero es lo que pienso, qué le vamos a hacer.
Por tanto, creo que jugar la baza de la renta variable, sea directamente, a través de fondos puros de renta variable, y sobre todo para perfiles menos arriesgados, optar por buenos fondos mixtos flexibles, es una opción que no podemos desdeñar de antemano. Mentiría si no digo que es mi opción favorita.
¿Y qué hago si a 30 de junio mi cartera sigue en negativo?
Lo primero es darse cuenta de que la situación es excepcional, pocas veces se da una correlación casi total entre todos los activos. Todos se han movido al unísono con similar intensidad, lamentablemente a la baja.Si hace falta, pidamos cuantas aclaraciones sean necesarias, conozcamos los productos en que invertimos y que nuestro asesor nos comente su visión sobre lo ocurrido.
Nuestro asesor se encargará de medir el comportamiento de los productos que componen nuestra cartera y nos propondrá los ajustes necesarios, no nos dejemos llevar por el pánico.
Si bien se ha tratado de un acontecimiento extraordinario por su magnitud, no es excepcional. A lo largo de los últimos años se han vivido episodios similares, aprendamos de sus consecuencias y no caigamos en los mismos errores.
Y si seguimos sin consuelo, relativicemos la situación, ojalá éste sea el mayor problema al que tenemos que enfrentarnos en la vida. Tenemos todo el verano por delante para mejorar. Ya os lo contaré.
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