Una de las principales novedades que ha traído el nuevo año ha sido el fin, por la vía de la "recomendación" del Banco de España, de la guerra por el pasivo entre los bancos españoles, cuya cara más visible eran los depósitos a plazo fijo extratipados.
En unas semanas hemos pasado de más de 4% que ofrecían algunas entidades a niveles del 1,75% a año, o 2,25% aplicando los famosos 13 meses de vida del producto que permiten aumentar en medio punto la remuneración del mismo.
En entradas anteriores ya he comentado mi opinión al respecto, por lo que me voy a centrar en las nuevas alternativas que las entidades presentan a los clientes y en la forma en que se están ofertando.
Este mismo sábado, el periódico Expansión publicaba en su portada este titular "Las mejores alternativas a los superdepósitos", y en páginas interiores desarrollaba en tema con los seguros y los fondos garantizados como las mejores elecciones para suplir a un depósito.
Naturalmente, todos tenemos como referencia el famoso 1,75% que marca teóricamente el techo de la remuneración de los depósitos a año, así que para batir esa cifra hay que presentar productos que ofrezcan más, bastante más en algún caso.
Así, estos días en multitud de webs financieras he visto comentarios o artículos sobre garantizados que ofrecían el tres, cuatro e incluso en una ocasión el 8% anual. Ni qué decir tiene que el meollo del asunto es que estamos comparando peras con manzanas, como nos decían en el cole. Nos presentan como alternativa a un simple plazo fijo a un año, fondos garantizados a varios años, más de 4 en la mayoría de los casos, incluso el del 8% en verdad era la rentabilidad máxima que se podía obtener si el Eurostoxx 50 subía no sé qué porcentaje, vamos que ni siquiera te garantizaban el 100% del capital.
No es absoluto comparable, pero ya sabemos los problemas que han traído otros productos, como las dichosas preferentes, al ser vendidos como lo que no son, así que tenemos que andar con mucho cuidado, sobre todo los que asesoramos a los clientes, y explicar muy clarito las características de cada producto. Claro está que los medios de comunicación también deberían hacer un ejercicio de rigurosidad y no crear más confusión entre los ahorradores.
En resumen, ni por liquidez, ni por plazo, los garantizados que se ofrecen a tipos del 3 ó 4 por ciento son comparables a un depósito a plazo normal (entre seis meses y un año). Recordad que todo, y "todo" es todo, producto tiene su riesgo, y hay que conocerlo, ponderarlo y ver si se ajusta a nuestro perfil.
Dejémonos aconsejar por un asesor experto y no contratemos ningún producto a la ligera, así no tendremos disgustos en el futuro.
Si alguien se pregunta por mis alternativas a los depósitos, le diré que me inclino por los fondos de inversión, pero no garantizados, sino con liquidez inmediata, y con vocación global, que ya sé cómo se las gasta a veces nuestra deuda pública.
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