Hoy de nuevo hemos tenido la oportunidad de tomar el pulso a la crisis de la deuda soberana europea utilizando el resultado de las subastas de letras del tesoro en Alemania y Francia.
Mucho se ha hablado de la prima de riesgo como termómetro de la crisis, pero hoy proponemos otra forma de medir el temor de los inversores en deuda pública. Nos referimos a las rentabilidades negativas en emisiones públicas de países como Francia o Alemania.
En la medida en que haya inversores que paguen por prestar su dinero, por tenerlo a buen recaudo en emisiones de estos países, no podremos decir que la situación haya mejorado sustancialmente.
En las subastas de hoy ambos países han colocado importantes cantidades con rentabilidad negativa, y eso sin tener en cuenta gastos de transacción y demás, es decir, un inversor sabe fehacientemente que va a perder dinero si mantiene el título hasta vencimiento. A cambio se supone que dormirá mas tranquilo, aunque tras las últimas informaciones sobre la economía francesa, yo al menos mantendría un ojo entreabierto.
Lo que está claro es que por ahora el temor entre los inversores, sobre todo institucionales, no ha disminuido. Cuando veamos que los tipos franceses, alemanes, suizos o finlandeses empiecen a subir y los de los países periféricos comiencen a bajar, tendremos la prueba de que la situación mejora.
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