
El problema es que estos enormes estímulos monetarios no pueden durar para siempre, y en la medida en que los datos macroeconómicos mejoren en EEUU, se empezará a oir hablar de la conveniencia de abandonar el programa QE.
Ya hay algunas voces que afirman que incluso este mismo 2013 podría cancelarse anticipadamente estas compras de bonos, y quizá el leve repunte del bono americano estos días apunte en esa dirección. Lo importante es que no está claro qué consecuencias tendría para la economía el fin de los estímulos, ya que el crecimiento de estos años ha sido "subvencionado" por el estado americano con cargo a un déficit galopante e insostenible. Sería algo similar a cuando retiran la respiración asistida a un enfermo, es el momento de comprobar si es capaz de vivir por sí mismo o todo era una ilusión.
Muchos creen que la economía norteamericana, nuestro particular enfermo, caería en recesión en caso de que se eliminaran los incentivos, algo parecido a lo que supuso la amenaza del Fiscal Cliff pero mucho peor.
Esperemos que este escenario no se cumpla, porque la reducción del déficit en inaplazable.
* Con posterioridad a la publicación de esta entrada hemos conocido el dato del PIB del cuarto trimestre en USA, con un sorprendente -0.1%. Un muy mal dato sin duda pero que paradójicamente disminuye la posibilidad de que la Fed cancele anticipadamente el QE3.
0 comentarios:
Publicar un comentario